Primer
y único mapamundi circular de la escuela catalano-mallorquina. 1450, Biblioteca
Estense, Módena
Portolano de Albino de Canepa, probablemente italiano, pero de estilo mallorquín. 1489
Mapamundi de Génova, realizado alrededor de 1470, de autor desconocido. Ha sido también atribuido a Paolo Toscanelli, aunque su autoría está poco fundamentada y es muy dudosa.
Globo terráqueo de Martin Behaim. Geógrafo
alemán nacido en Nuremberg en 1459-1507. Llegó a Lisboa en 1484 y allí se
introdujo en los círculos cortesanos donde adquirió un gran renombre como
cosmógrafo. En 1492, antes del descubrimiento de América, diseñó un globo
terráqueo que según algunos autores pretende ser una proyección esférica del
mapa de Toscanelli. Otros autores opinan que son mapas independientes pero
estrechamente relacionados pues ambos reflejan las ideas
cosmográficas de finales del siglo XV. Seguramente también Colón y Behaim
tuvieron que conocerse, pues ambos estuvieron en Portugal compartiendo los
mismos ambientes e intereses en los mismos años.
Portulano atribuido a Cristóbal Colón. Es poco
conocida la circunstancia de que los hermanos Colón, tanto
Cristóbal como Bartolomé, tenían amplios conocimientos de cartografía. Este
mapa se atribuye al primero. Es un portulano típico en el que se muestran con
detalle los puertos mediterráneos y atlánticos de Europa y África. Llama la
atención el gran espacio vacío de detalles que se concede al Atlántico. Probablemente
ese espacio desocupado en el mapa pretendía dejar abierta un camino a la
imaginación y a la aventura de navegarlo. El mapa debió ser trazado en 1492
después de la conquista de Granada, pues sobre la ciudad ondea la bandera
española, y antes, obviamente, de emprender el viaje que conduciría al
descubrimiento de América.
Mapamundi de Ptolomeo incluido en la
edición de Roma de 1478
Mapamundi Ptolemaico dibujado en
1482 por Nicolaus Germanus para la edición de Ulm
10.- Elementos decorativos en los mapas. Los
cartógrafos se esmeraron en reflejar fielmente la realidad geográfica en sus
trabajos, para ello recogían cuantas informaciones pudieran proveer y las
trasladaban a los mapas con precisión y metodología casi científica. Sin
embargo ese empeño por la exactitud no les llevó a renunciar a los elementos
fantásticos que habían pertenecido tradicionalmente al ámbito de la "terra
incognita" o a los confines del "mar tenebroso". La cartografía
renacentista es asombrosamente pródiga en representaciones de criaturas
portentosas y extraordinarias.
Mapamundi incluido en un atlas anónimo dibujado de Florencia en torno a 1450. A pesar de su pretensión de ser un mapamundi, lo cierto es que solamente el área mediterránea mantiene alguna verosimilitud. El norte de Europa está tan desdibujado como lo estaba en los más antiguos portulanos, y tanto África por debajo de la cordillera del Atlas, como Asia, son pura fantasía.